En definitiva mi madre fue la mujer más significativa en mi vida y estableció una gran diferencia entre las mujeres antes de ella y las de después de ella en línea recta, es decir sus hijas, ya que fue, creo que sin saberlo, una luchadora por los derechos de las mujeres al acceso a la educación y mejores condiciones de vida, en un estado de la república donde aún hoy, hay una gran discriminación hacia las mujeres.
Doña Esperanza era inteligente, disciplinada y muy responsable. Sus actividades favoritas eran el cultivo y cuidado de hortalizas, tanto como el cuidado y formación de nosotros, sus ocho hijos e hijas.
Recuerdo su forma de decirnos a cada quien en su momento: "...eres capaz de hacer lo que te propongas, eres inteligente y hábil, lo heredaste de tu madre..." y obvio, viniendo de ella, lo creíamos cabalmente.
