jueves, 3 de noviembre de 2016

Niñas(os) con Aptitudes Sobresalientes.

En las siguientes líneas hago una síntesis de la conferencia con el mismo título que presenté a un grupo de docentes de nivel preescolar, esperando que despierte el mismo interés que logró en mi, sobre qué hacer en el aula con esos pequeños sobresalientes para potenciarlos y evitar etiquetarlos como "inquietos" o "insoportables".
El Programa de Identificación y atención de niños y niñas con aptitudes sobresalientes, pretende responder a sus necesidades y características, basados en los principios de equidad y justicia educativa, lo que significa no ofrecer lo mismo a todos los alumnos, sino ofrecerles lo que necesitan, de una manera diferenciada y en equilibrio, para que cada cual alcance los niveles educativos que correspondan a sus potenciales de aprendizaje.
En este sentido, y al igual que los alumnos en situación de distinta vulnerabilidad, para los niños y niñas con aptitudes sobresalientes la equidad significa darles más, o darles algo diferente porque lo necesitan.
Partiremos de la siguiente conceptualización “Los niños y niñas con aptitudes sobresalientes son aquellos capaces de destacar significativamente del grupo social y educativo al que pertenecen en uno o más de los siguientes campos del quehacer humano: científico-tecnológico, humanístico-social, artístico o acción Motriz”.
El proceso de manifestación de las aptitudes sobresalientes destaca un grupo de cinco potenciales humanos: intelectual, creativo, socio-afectivo, artístico y psicomotriz.
Para que las aptitudes puedan transitar desde lo potencial hasta lo manifiesto, es necesario que las y los alumnos reúnan condiciones personales tales como la motivación, perseverancia y auto-concepto positivo; asimismo, se destaca la necesidad de los contextos adecuados, como facilitadores o catalizadores.
La atención del alumno(a) con aptitudes sobresalientes, implica la presencia indispensable de ciertas acciones como la planeación y ajustes a la misma, que respondan a las posibilidades de actuación del propio maestro y de los alumnos, y al desarrollo de estrategias metodológicas diversificadas, que en conjunto, redunden en la construcción de un contexto educativo caracterizado por ser un espacio estimulante para el aprendizaje.
Es necesario un trabajo colaborativo entre el personal de educación regular y educación especial para lograr acciones específicas, enriqueciendo el contexto de aprendizaje escolar y áulico, en beneficio de toda la comunidad educativa, siendo el docente el primer escalón para identificarlos y atenderlos.